El secreto sobre Oraciones Ala Medalla Milagrosa en 5 Pasos fáciles

oraciones ala medalla milagrosa

Yo os prometo, Virgen purísima, no olvidaros nunca, ni tu culto, ni los intereses de vuestra gloria, a la vez que os prometo también promover en los que me cubren tu amor. Recibidme, Madre tierna, desde este instante y sed para mí el cobijo en esta vida y el sostén en el momento de la desaparición. ¡Suplica por nosotros que recurrimos a Ti! La Virgen de la medalla milagrosa tiene su origen en la manifestación de la Muy santa Virgen a Santa Catalina Labouré ocurrida en París, Francia, en 1830. Recordemos que, según las enseñanzas de la Iglesia Católica, la utilización de los sacramentales, como esta medalla, prepara a la gente para recibir la gracia y tener ellas para colaborar con el secreto salvífico de Dios.

Hallando la solución a cada uno, en el momento en que se reza con fe. Una oración a La Prodigiosa deja la comunicación eficaz con nuestra señora, consiguiendo que atienda una necesidad. Normalmente un milagro ocurre solucionando un problema que aparentemente no posee solución lógica.

Santa Luisa De Marillac Patrona De La Asistencia Popular

El dogma de fe de la «Inmaculada Concepción» fue proclamado, por el Papa Pío IX; en el año 1854. En el año 1894, se estableció el día 27 de noviembre para la festividad de la Manifestación de la Inmaculada Virgen de la Medalla Prodigiosa. Se detalla además de esto el corazón de Cristo está coronado de espinas y el de María traspasado por una espada. «Ve a la capilla que la Virgen María te espera».

En este lugar es donde se le apareció la Virgen María a Santa Catalina Labouré el 27 de noviembre de 1830 pidiéndole la creación de una medalla más tarde conocida como la Medalla Milagrosa. Como su feliz vidente y cómplice, Santa Catalina Labouré, pidámosle cada día a Nuestra Señora, la gracia de su amor y de su devoción. Expectantes de contribuir asimismo a la más grande gloria de Dios y honor de su Madre Santísima, seamos desde este día apóstoles de su prodigiosa medalla. Esta es la Gran Promesa de la Medalla Milagrosa. Agradezcámosle tanta bondad, y escudemos siempre y en todo momento nuestro pecho con la medalla que es prenda segura de la protección de María. ¡Cómo siente las penas de cada uno de sus hijos!

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Virgen Milagrosa

Es viable ver las maravillas que nos obsequia si es que tenemos fe. «Haz que se acuñe una medalla según este modelo. Las personas que la lleven recibirán enormes gracias. Las gracias van a ser abundantes para los que la lleven con confianza». Con que exitación llego frente Tu Santísimo Altar; para contemplar Tus virtudes y exponer mis penas. Que aliento santo cobra mi espíritu, al aproximarme frente Tu Sagrada Imagen; donde veo representada la más profunda humildad; una modestia admirable y el resto de todas y cada una de las mejores con que el Señor Dios te adornó. , el que sepamos corresponder a tanto amor, procurando imitar vuestras virtudes. tenía como insignia la medalla milagrosa y luchaba por la conversión de los judíos.

Piadosa por esencia y prodigiosa por amor. El domingo 18 de Julio 1930, víspera de la fiesta de San Vicente de Paúl, La profesora de novicias les haba hablado sobre la devoción a los santos, y en particular a la Reina de todos , Mara Santísima. Sus expresiones, impregnadas de fe y de una candente software tintorerias piedad, avivaron en el corazón de Sor Laboure el deseo de ver y de contemplar el rostro de la Muy santa Virgen. Como era víspera de San Vicente, les habían distribuido a cada una un pedazo de cuadro de un roquete del santo. Catalina se lo tragó y se durmió pensando que S.

Vicente, adjuntado con su ángel de la guarda, le obtendrán esa misma noche la gracia de ver a la Virgen como era su deseo. Exactamente, los precedentes favores recibidos en las distintas apariciones de San Vicente a Sor Catalina alimentaban en su corazón una seguridad sin limites hacia su bienaventurado padre, y su candor y viva promesa no la engañaron. «La seguridad logra todo lo camasconpalets.com que espera» . Contemplemos a María apareciendo a Santa Catalina, brillante de luz, llena de amabilidad, cercada de estrellas, mandando acuñar una medalla y asegurando muchas gracias a todos los que la lleven con devoción y amor. Guardemos fervientemente la Santa Medalla, y como escudo, ella nos protegerá en los riesgos. Tu corazón fue traspasado junto con su Corazón.

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