Vida , Muerte y Oracion A La Santisima Trinidad

oracion a la santisima trinidad

Espero que por su dulce Nombre y vuestra indivisa Trinidad me concedáis la perseverancia en gracia hasta el objetivo de mi vida. Creo en Ti Muy santa Trinidad, que gobiernas los cielos y la tierra. Pongo esta petición y todas mis necesidades en tus benditas manos, pues mi confianza está puesta en Ti, y por el hecho de que conozco la grandeza de tu amor y de tu clemencia por todos y cada uno de los hombres. Me postro ante Ti Santísima Trinidad, humildemente, para que me des tu bendición, para que esa bendición abarque todo en mi vida, me renueve, me llene de fe, de gozo y de esperanza.

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No Hay Formas Correctas De Orar, Solo Debemos Tener Seguridad En Dios

Padre nuestro, que andas en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a tu reino; hágase tu intención en la tierra como en el cielo. ¡Oh inmenso piélago de muy, muy laoracionasanjose.com alta sabiduría, incomprensible en vuestros juicios, infinito en mejores; Dios Uno y Trino! Postrado ante vuestra tremenda Majestad, confieso mi ingratitud.

Es una día bella de adoración, bendición y agradecimiento por toda la obra que realiza en nuestra vida. Dios hecho Hombre nos muestra el camino de la cruz y este al sendero de la Resurrección. Por eso amo a Cristo por el hecho de que cada día puedo vivir el secreto Pascual cada minuto de mi vida en una semblanza profunda con Él. Y por eso me siento profundamente unido a la Iglesia, instituida por Él pues la Iglesia es el cuerpo de Cristo, que te ayuda también pese a su imperfección humana a crecer en tu desarrollo de transformación. Haz, Padre, que los discípulos de tu Hijo, purificada la memoria y reconocidas las propias culpas, sean solo una cosa, de suerte que el planeta crea.

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En la historia personal y espiritual de cada humano Dios se hace habitualmente el encontradizo en las situaciones y ocasiones más inesperadas. Con Dios de nada sirve intentar tenerlo todo controlado por el hecho de que, en cuando uno menos lo espera, le manda el vendaval de felicidad del Espíritu que desmorona las autosuficiencias y mitiga el orgullo del corazón. Con Dios no tiene sentido preconcebir las situaciones software alquiler maquinaria porque con esto solo sellas el corazón y el alma a los dones del Espíritu. Y el culmen de todo esto se consigue en la Eucaristía, porque el Jesús que recibimos nos convierte en competidores de la vida trinitaria. ¡De ahí que la hermosura de Dios es trinitaria! Y ante este secreto divino de amor uno no puede más que caer en la contemplación y en la adoración.

Demos en piadoso canto, Gloria, alabanza y honor. Gloria sea dada al Padre, gloria al Eterno Hijo, gloria al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Te pido que tu Espíritu Santurrón se apodere de mi espíritu, para vivir en el gozo de tu presencia y de tu fuego sagrado que todo lo purifica, y que me da la fuerza de intención y la sabiduría para actuar según con tu voluntad.

Dios, Padre y Espíritu Santo, tres personas en un solo Dios verdadero que se glorifica en querernos y en dar todo por , lo mínimo que podemos hacer es rezar y procurarlo, para no alejarnos de él, por nuestro bien. Para resguardarte de cualquier mal deseo o energía negativa que quieran enviar en tu dirección, esta oración es especial. Órala siempre y cuando poseas la oportunidad y nunca vaciles de la magnífica voluntad de la Santísima Trinidad.

• En la Eucaristía, memorial de las maravillas de Dios, sacramento del amor, fuente de vida, aflora el sendero de fe, de testimonio y de comunión.
• Asegúrate de siempre y en todo momento charlar con sinceridad, de enseñarte tal cual eres frente Dios.

Siempre está en el umbral de la casa, esperando el regreso del hijo pródigo, siempre dispuesto a perdonar, sin tomar jamás la parte de ver al hombre que se distancia de . De ahí que no lo considero el juez que evalúa mis huidas y mis infidelidades por el hecho de que Él es el mejor de los padres, el que nos ha dado a su Hijo está Navidad, el que te permite ser amados por cada día y te permite dormir tranquilamente cada noche en la palma de sus dos manos. Amo a Dios Padre, Constructor de todo, que me dió la vida, que mira con inocencia y clemencia mi vida y nos ha dado al Hijo. Y al Hijo, Cristo, mi amigo y Señor, que con sus gestos, sus miradas, sus reacciones, su palabra, su darse en la Eucaristía y en su fallecer en la Cruz me regala su fidelidad, su amistad y su amor; es quien marca las pautas de mi vida, el que guía mi camino, la verdad de mi vida.

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