Vida , Muerte y Oracion Para Invocar Al Espiritu Santo

oracion para invocar al espiritu santo

Envía, Señor, tu Espíritu, a fin de que se renueve la faz de la Tierra. Te ofrezco todo mi corazón, y te doy las gracias de corazón por todos los beneficios que has otorgado y que incesantemente dan al planeta. Oh, Dios, que por la luz del Espíritu Beato, instruiste los corazones de los fieles, haz que por el mismo Espíritu Beato seamos realmente sabios y disfrutemos siempre y en todo momento de sus consuelos, a través de Cristo Nuestro Señor, Amén. Concédeme también, oh Espíritu Santurrón, Dador de todos los buenos dones, el favor particular por el que te solicito (nombre de la solicitud particular), si es por Tu honor y gloria y por mi bienestar. e Dios, símbolo de la luz más pura y portador del conocimiento y la sabiduría, te busco por el hecho de que tú eres el único que me puede asistir. Empodérame a aceptar y crecer en la vida sobrehumano tanto como lo hicieron los primeros acólitos.

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¿ Cómo Rezar Al Espíritu Santurrón?

Abre tu corazón a la oración y vas a ver de qué manera el mundo empieza a sonreírte a ti y a quienes software construccion amas. Señor, haz de mi un instrumento de tu paz. Que allá donde hay odio, yo ponga el amor.

Reparte tus Siete Dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu felicidad dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Entra hasta el fondo del alma, divina luz y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por la parte interior; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Consecuentemente, al invocar el Espíritu Santo hay que centrarse en él, porque de nada sirve que oremos pero la cabeza está enfocada en la vivienda, el trabajo o cualquier otra cosa.

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Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría. Oh Señor, que no busque tanto ser consolado, cuanto consolar, ser comprendido, cuanto comprender, ser amado, cuanto amar. Pues es dándose como se recibe, es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo, es perdonando, como se es perdonado, es muriendo como se resucita a la vida eterna.

Aunque andemos apartados de sus caminos somos sus hijos y solo él puede asistirnos. Por otra parte, a veces atravesamos situaciones o momentos duros en la vida, que a veces pasa por la mente alguna pregunta de qué forma, ¿A quién clamo? Al único y verdadero ser el Espíritu Santo un ser particular que no podemos ver, pero si podemos sentir y al clamar a él con todo el corazón va a dar fuerza y valentía al alma. Primeramente cuando realizamos una oración nos centramos en el Espíritu Beato. Para que sea él quien pueda intervenir y cumplir en gran manera la petición que le presentamos. De esta manera que entendemos que es mismo Cristo el hijo de Dios.

Mira el vacío del hombre si tú le faltas por la parte interior; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Ven a mí, Espíritu de la Verdad, toma posesión de mi corazón y de mi cabeza, acomódate en mi hogar, conduce mi vida diaria según los designios de Dios Padre-Madre. De ahí que, te invoco, ven y fecunda este campo que te espera, que se abre a ti gozoso para acoger la Palabra divina, la única que puede darme respuesta, la única que puede saciar mi sed, la única que puede llevar a cabo fértil este lote. Sorpréndeme, Espíritu de vida y, de nuevo, que tu Palabra me guíe donde nunca elcredocatolico.com hubiese soñado. Ven, Espíritu Santo, ilumina mi cabeza, abre mi corazón, toma mis manos, a fin de que comprenda el mensaje de la Palabra, a fin de que sienta la hondura del amor divino, para que camine abriendo mis manos a los que necesitan curación y misericordia. Hazme ver la dicha que aflora de realizar los pequeños servicios cotidianos, enséñame a ser un servidor de mis hermanos y a poner predisposición de todos y cada uno de los dones que Tú me has dado.

La oración al Espíritu Santo puede guiarte a conducir esas situaciones con la asistencia divina de Dios. Cuando Jesús les ha dicho a los apóstoles en la última cena que el Espíritu Santo los instruiría en su Palabra y se convertiría en su defensor y consolador, Él quiso decir que su Espíritu los ayudaría de esta manera. Bienaventurados todos los pacificadores, pues ellos van a ser llamados hijos bendecidos de Dios. Bienaventurados todos y cada uno de los limpios de corazón, por el hecho de que ellos van a ver a Dios. Bienaventurados todos y cada uno de los pobres de espíritu, porque de es el reino de los cielos. Infunde en mí un amor de perfecta buena intención, y actúa según los deseos más pequeños de Dios.

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